Ven a mi mundo

 

Grandes Personajes

 

 

Mijail Gorbachev

 

Federico Ortíz-Moreno *

 

 

Líder máximo de la Unión Soviética. Personaje de la década que con su inteligencia, carisma,
figura y don de gentes ha hecho posible el que se hayan logrado cambios sorprendentes en
el mundo, particularmente en los llamados países del Este. Hombre de bien, hombre de la
“Perestroika”, el “Glasnot” y la libertad: Mijail Gorbachev.

 

 

 

 

Los grandes cambios

 

Indudablemente los grandes cambios se están dando. Países y pueblos dan la vuelta y enfrentan orgullosos, cara a cara a una nueva realidad. La libertad y la democracia abren caminos. Una nueva sociedad, más justa, más fuerte y más entera es el regalo para todos aquellos que durante años, lustros y décadas desearon un mejor país.

 

Los cambios no se han dado por sí solos. Tuvo que haber un alguien quien con idealismo, fuerza y patriotismo haya querido enseñar al mundo que no sólo en los países capitalistas (no siempre los mejores) se conoce la libertad para ser y para crear. Ese alguien ha sido un hombre que, desconocido hará no más de cinco años, ha asombrado al mundo con su presencia, su imagen, su carisma y su don de gentes.

 

Un líder que siendo soviético ha dado lecciones de paz al mundo. Un hombre que habiendo adoptado una posición de apertura ha impresionado a propios y extraños por la línea clara de su pensamiento, sus propuestas, su conducta, su manera de ser, tanto en lo personal como ante el mundo. Ese alguien que ha sido Mijail Gorbachev.

 

 

Mijail Gorbachev

 

El carismático líder soviético Mijail Gorbachev nace el 2 de marzo de 1931 en Stavropol (llamada antes, de 1935 a 1943, Vorochislovsk, una bonita y alegre ciudad al norte del Cáucaso, región situada al suroeste de la Unión Soviética.

 

De padres campesinos el pequeño Misha (“Miguelito”, que es como se les decían de cariño sus padres y amigos de escuela), pronto aprendió y supo acerca de las necesidades del campo. Sabía que había que trabajar duro para salir adelante. Así lo hace y es así como aprende.

 

Sus primeros años los pasa en Stavropol, su ciudad natal, agradable pueblo situado entre las regiones y repúblicas de: Ucrania, al Este; Georgia y Azerbayán, al sur. Justo entre el Mar Negro y el Mar Caspio. Es aquí donde Mijail aprende a valerse por sí mismo, ayudando en todo lo que puede a su familia.

 

 

Un hombre de gran carisma

 

Hombre de gran carisma e inteligencia, pronto (a veces no tan pronto como algunos hubieran deseado) el nombre de Gorbachev se hace oír. Líder de la Unión Soviética, portador de substanciales cambios en los Países del Este, este personaje que hoy abordamos ha venido a revolucionar toda una historia que hoy nos toca vivir.

 

Su nombre completo es Mijail Sergeyevich Gorbachev, algo así como Miguel Sergio Gorbachev. (Algunos escriben su nombre como “Mikhail Gorbachev”, o “Gorbachov” con “o”, en vez de “e”). Un hombre de plena visión y con cara al futuro, un líder que enfrenta los problemas, afronta las vicisitudes y reta a que los cambios sucedan.

 

 

La historia de un desconocido

 

Hasta la muerte de Konstantin Chernenko, en 1985, Mijail Gorbachev no era sino otro más de los miembros del Partido Comunista Soviético. No es sino hasta el 11 de marzo de 1985, cuando este mismo partido, el PCUS, nomina a Mijail Gorbachev como Secretario General. Antes, el ahora estrella de la vida pública internacional, era, por desgracia, un simple desconocido.

 

Pronto las cosas cambiarían. Sus audaces propuestas de reformas políticas y económicas, además de manifestar su decidido propósito de retomar el alicaído liderazgo en varias áreas geopolíticas, hicieron voltear la vista de Occidente hacia el llamado coloso comunista.

 

Su condición de provinciano en nada influyó para que se le hiciese a un lado. A hechos reales, sentencia valorada. Su inteligencia, astucia y sagacidad le hicieron ganar muchos adeptos. Su don de gentes, su franca sonrisa, su forma de acercarse a los demás le valieron grandemente para que muchos le tomaran en cuenta y lo hicieran su líder.

 

 

De Stavropol hasta Moscú

 

Nacido el 2 de marzo de 1931, de padres campesinos, Gorbachev inicia sus estudios primarios en Stavropol. Pasa el tiempo..., unos veinte años después, en 1950, es admitido a la Facultad de Derecho, y dos años después entra al PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética).

 

Siendo un magnífico estudiante, conocedor de teorías comunistas, socialistas y capitalistas, profundo conocedor de la realidad de su país, viajero incansable que se preocupó por conocer su país, recorriendo su vasto estado, tanto en tren, automóvil, carruaje, mula y caballo, Gorbachev empezaba entonces a darse cuenta de la realidad no solo del campo sino de la vida misma del campesino y de la sociedad en general.

 

Graduado ya en derecho, sale de la Universidad y regresa a Stavropol. En 1978 lo eligen secretario del Komsomol, importante puesto dentro del engranaje y la nomenclatura organizacional de su partido. Más tarde, como premio a su buena labor, es promovido a la administración del PC y pasa nuevamente a Moscú.

 

 

Y directo al poder...

 

La experiencia se va acumulando, los contactos crecen, los lazos se estrechan; aunque también se sabe de ciertos distanciamientos. Gorbachev cree estar en lo cierto y lucha por ello. Desea un país más justo, más claro, más desarrollado... Desea una patria libre, un país con crecimiento y absoluta libertad con orden.

 

En 1979 es integrado al Politburó como suplente. En 1985 lo elevan a secretario general, tras la muerte de Yuri Andropov. En marzo de ese mismo año, muere Konstantin Chernenko. La pregunta que se hacen todos es “¿quién le sucederá?”. Había muchos altos funcionarios, la mayoría de considerable edad que pudieran haber ocupado el cargo. Había, también, otros un poco más jóvenes, que se sabía tenían ansias de poder. Finalmente se hace la votación y se elige sucesor. A Chernenko le sucede en el poder Mijail Gorbachev.

 

 

Una nueva cara

 

Y fue para todos una cara diferente. La acostumbrada cara o el acostumbrado rostro que tenían (o teníamos) los occidentales de los líderes rusos: una cara dura, sombría, cortante, cambió de pronto ante la llegada del gran Mijail.

 

Conocedor de su verdad (su verdad), así como de los cambios que puede realizar (lo mismo que de los obstáculos que pudiera tener), Gorbachev sorprende al mundo con su nuevos planes. El 15 de enero del ‘86 habla sobre su plan global de desarme, el cual prevee el abandono de todas las armas nucleares antes de que finalice el siglo.

 

 

Los primeros cambios

 

En febrero de 1986 el Comité Central del Partido Comunista de la URSS (el PCUS) celebra su 27avo. Congreso donde se da inicio y se ponen en marcha las nuevas medidas económicas, políticas y sociales que habrían de sacudir a la rutinaria y vieja maquinaria burocrática de la Unión Soviética.

 

En octubre de 1986 los líderes de las dos naciones más importantes sobre la tierra: el presidente Ronald Reagan, de Estados Unidos, y Mijail Gorbachev, de la Unión Soviética se reúnen en Reiykiavik, Islandia, la tierra de los glaciares, la capital de la tierra del hielo y fuego. La cumbre no tiene éxito (o al menos eso trataron de aparentar). No se llega a ningún acuerdo sobre desarme, pero se inicia un franco acercamiento entre ambos líderes y ambas potencias.

 

 

La Perestoika

 

La visualización de un mundo mejor, la posibilidad de un cambio que lleve al mejoramiento de las condiciones de vida, tanto en el plano político, económico como social de su pueblo y del mundo llevan a Mijail Gorbachev a proponer un nuevo concepto sobre valores de cambio y reestructuración. A esto él lo llama Perestroika.

 

Así, con el aparente apoyo del PC el líder soviético inicia la Perestroika, una reconstrucción de la economía y la sociedad soviética. Aparejada con esta, vendría el Glasnot, que es la apertura o transparencia informativa y política que debe de darse en todos los niveles.

 

 

Y los cambios siguen sucediendo

 

Este mismo año '86 entra en vigor una ley en la URSS que permite o abre la puerta a la empresa privada, aunque en forma bastante restringida. Así mismo, estipula que las amas de casa, estudiantes, jubilados y los trabajadores, una vez cumplida la jornada laboral, pueden trabajar a partir del primero de mayo por cuenta propia, en 29 actividades económicas, casi todas relacionadas al sector de servicios.

 

Este mismo año, se anuncia, en forma oficial, una ley que señala la liberación del comercio exterior y la creación de empresas mixtas con países capitalistas. Algo que todos toman en cuenta, sabedores que Rusia, particularmente, al igual que todas las demás repúblicas que conforman la Unión Soviética son un mercado fabulosamente grande.

 

Un año después, el 30 de junio de 1977, el Parlamento ruso decreta tres leyes: 1) las fábricas serán independientes del riguroso plan nacional, 2) habrá reparto de utilidades y 3) la producción de cada planta se regirá por las leyes de la oferta y la demanda. Así mismo, en lo que respecta al campo, se establece y se acepta la granja colectiva, el sembradío privado y el derecho del campesino a vender directamente.

 

 

Su libro “La Perestroika”

 

Realmente alentador es repasar algunas de las páginas del libro de Mijail Gorbachev “Perestroika: nuevas ideas para mi país y el mundo”. La esperanza es lo último que muere y afortunadamente los cambios se están dando en forma por demás vertiginosa. Leer las páginas de este libro nos lleva a tener un concepto más claro sobre lo que es la Perestroika y el pensamiento de Gorbachev.

 

Así es como señala en su primera página (pág. 7): “Debemos reunirnos y discutirlo. Debemos abordar los problemas con espíritu de cooperación más que de animosidad. Me doy perfectamente cuenta de que no todos estarán de acuerdo conmigo. En realidad, tampoco yo estaría de acuerdo con todos lo que otros dicen sobre diversos temas. Esto hace que el diálogo sea lo más importante. Y este libro es mi contribución a ello”.

 

Gorbachev señala que el cambio se está dando, no obstante reconocer las dificultades: “Debo decir, desde el comienzo, que la Perestroika ha demostrado ser más difícil que lo que imaginamos al principio. Tuvimos que revaluar muchas cosas. Con todo, con cada paso hacia adelante, estamos cada vez más y más convencidos de que hemos tomado la senda correcta y que estamos haciendo las cosas en la forma adecuada”.

 

 

Su pensamiento

 

Hombre convencido de lo que dice, capaz de reconocer sus propios errores, Gorbachev ha sabido también apuntar muy claramente lo que piensa: “Somos todos pasajeros a bordo de un mismo barco, la Tierra, y no debemos permitir que naufrague. No habrá una segunda Arca de Noé”. Luego, párrafo a continuación señala: “La política debe basarse en realidades. Y hoy, la más formidable realidad mundial son los vastos arsenales nucleares, tanto convencionales como nucleares, de los Estados Unidos y de la Unión Soviética”.

 

Acerca de la libertad de los pueblos para escoger su propio rumbo Gorbachev apunta: “Decimos abiertamente que rechazamos las aspiraciones de hegemonía por parte de los Estados Unidos. No nos gustan ciertos aspectos de la política y la forma de vida norteamericana. Pero respetamos el derecho del pueblo de los Estados Unidos, tanto como el de cualquier otro país, a vivir de acuerdo a sus propias reglas y leyes, costumbres y gustos”.

 

 

Cooperación con igualdad

 

Gorbachev señala que le gustaría compartir, mas que “competir”; deseando hacer esto en un plan de igualdad, más que de lucha y antagonismo: “Queremos cooperar sobre la base de igualdad, mutua comprensión y reciprocidad. Algunas veces nos hemos sentido no solamente desilusionados, sino con serias dudas y riesgos, cuando en los Estados Unidos nuestro país es tratado como un agresor: un “imperio del mal”, y toda clase de increíbles historias y falsedades se han difundido sobre nosotros; se ha mostrado hacia nuestro pueblo desconfianza y hostilidad; se han impuesto toda clase de limitaciones y se han adoptado actitudes simplemente incivilizadas hacia nosotros. Esta actitud es de una miopía intolerable”.

 

“Estamos lejos de considerar nuestra propuesta como la única correcta. No tenemos soluciones universales, pero estamos preparados para cooperar sincera y honestamente con los Estados Unidos y otros países en la búsqueda de soluciones para todos los problemas, incluso los más difíciles” -apunta Gorbachev en la parte inicial de su libro.

 

 

Nuevos soplos y vientos de libertad

 

Con una visión tremendamente futurista, al mismo tiempo que clara, con el ánimo y deseo de hacer no solamente bien las cosas sino hacerlas lo mejor posible, el impulso que ha dado Gorbachev a la política de su país ha sido sorprendente. A nadie extraña ya, pues, que se le reconozca como uno de los máximos líderes del mundo en nuestros días, merecedor -según se dice-del Premio Nóbel de la Paz.

 

Su acercamiento y pláticas con los gobiernos de los demás países del Este, como Polonia, Hungría, Bulgaria, Checoslovaquia y Rumania han despertado oleadas de cambios. El Muro de Berlín ha sido, prácticamente derribado. Hay libre entrada entre ambas Alemanias, la del Este y la de Occidente.

 

En Polonia, Solidaridad tiene su sitio. En Checoslovaquia se respira un nuevo aire y Alexander Dubchek ha vuelto al lugar que le corresponde; Bulgaria hace lo suyo al admitir un nuevo gobierno; Rumania sorprende con el derrocamiento de su nefasto y déspota líder Nicolae Ceausescu. Hungría abre sus fronteras. En Rusia se respira más libertad y alegría. En fin, muy pocos quedan en el camino.

 

 

Gorbachev: la nueva imagen

 

Justo es reconocer la labor desarrollada por Gorbachev. Un líder que ha sabido acercarse a la gente. Un líder que, usando la expresión rusa dice: “Cree, pero comprueba”, en el sentido que es bueno creer, pero siempre es necesario también verificar y comprobar. Un hombre que se ha acercado a los demás en son de paz, tratando de aportar lo suyo e intercambiar ideas, estrechar lazos y batir barreras.

 

Gorbachev, un hombre que ha visitado una gran cantidad de países, habla varios idiomas (aunque pública y oficialmente no se haya dado a conocer. Algunas fuentes señalan que Gorbachev habla el ruso, el inglés, el ucraniano, comprende el turco, y habla también algo de francés, alemán e italiano).

 

 

Éxitos y fracasos

 

Sus recorridos por diferentes países, sus pláticas con líderes de diferentes partes del mundo, le han hecho que se le reconozca como uno de los jefes de estado más inteligentes que se hayan conocido. Sin embargo, no siempre Gorbachev ha contado con suerte como para convencer de llevar los cambios y Perestroika a otros países como son China, Albania o Cuba, el último de ellos (Cuba), el más necesitado y donde un enfermizo Castro no ha querido entender de lecciones.

 

Con todo, Mijail Gorbachev ha hecho un excelente papel. Le ha dado una gran importancia a lo que es el campo. La economía la ha tratado de revitalizar a base de talento y esfuerzo. La tarea no ha sido fácil, sabe que el país tiene grandes problemas, pero sabe cuáles son, esa es la ventaja.

 

La agricultura y la apertura del mercado es una de sus miras. El campo ya no produce como antes. Reconoce que se tienen que importar granos, pero también ha sabido hacer llegar su apoyo a los campesinos necesitados. Gorbachev, en realidad, es un hombre de principios, con gran sensibilidad para entender el dolor de la gente y hacer suyas sus inconformidades para de este modo tratar de solucionarlas o allanarles el camino.

 

 

Glasnot y libertad de crítica

 

En el aspecto de política hemos visto que ya hay más capacidad para disentir. “La nueva atmósfera -señala Gorbachev en la página 83 de su libro- se manifiesta más vívidamente, en la Glasnot (transparencia informativa). Queremos más apertura en los asuntos públicos en cada esfera de la vida. La gente debe saber qué es bueno y también qué es malo, para poder multiplicar lo bueno y combatir lo malo. Así es como deben de ser las cosas en el socialismo”.

 

“Hoy, la Glasnot es un vívido ejemplo de una atmósfera normal y favorable, espiritual y moral, en la sociedad, que hace posible que la gente entienda mejor lo que nos sucedió, lo que ocurre ahora, por qué nos esforzamos y cuáles son nuestros planes y, a base de este entendimiento, participe conscientemente en el esfuerzo de reestructuración”.

 

 

Acerca de la crítica y i

 

Gorbachev es claro en su decir: “Quiero remarcar que la prensa deberá unir y movilizar a la gente, antes que desunirla y generar ofensas y falta de confianza. La renovación de nuestra sociedad también significa esforzarse en afirmar la dignidad del hombre, su elevación y su honor. La crítica puede ser un efectivo instrumento de la Perestroika solamente si está basada en la verdad absoluta y en una escrupulosa preocupación por la justicia”.

 

Más adelante, Gorbachev hace un señalamiento que considero bastante directo, inteligente y oportuno: “Algunas veces, tratan de asustar a los críticos (se refiere a algunos funcionarios), previniéndolos contra la reacción que provocaría en Occidente un artículo con críticas”.

 

“Afirman que en Occidente están ansiosos por oír nuestras autocríticas, para volverlas contra nosotros, para desacreditar la forma de vida socialista. No puedo decir nada preciso respecto a los demás, pero en cuanto a mí, no temo a la crítica. Una revisión crítica de nuestra propia experiencia es una señal de fuerza, no de debilidad”.

 

 

Glasnot, crítica y Perestroika

 

Finalmente, Grobachev hace hincapié de la crítica en relación con la Perestroika: “La crítica es una medicina amarga, pero las enfermedades la vuelven necesaria. Cuando uno toma un remedio amargo, frunce la cara, pero la toma. Y aquellos que creen que la crítica debe dosificarse a intervalos, están equivocados. La gente que se inclina a creer que el estancamiento está totalmente superado, y que es tiempo de tomar las cosas con tranquilidad, también están equivocados. El descuidar la crítica inevitablemente dañará la Perestroika”.

 

 

Gorbachev: el hombre de la década

 

Recientemente la revista norteamericana Time, en su número de enero de este recién iniciado año de 1990 acaba de nombrar a Gorbachev el “Hombre de la Década”. Sus múltiples acercamientos y logros en beneficio de la libertad del mundo le han hecho acreedor a este honroso título.

 

 

Su acercamiento con diversos Jefes de Estado, entre ellos Ronald Reagan,

 

George Bush, Margaret Thatcher, François Mitterrand y hasta el Papa Juan Pablo II en su histórica visita al Vaticano, a quien prometió libertad religiosa y con quien estableció relaciones diplomáticas después de años de no tener ningún tipo de nexo, le han hecho engrandecer su imagen.

 

Siempre sonriente, serio en asuntos de profunda importancia, Gorbachev ha sabido congraciarse con casi todo el mundo. Al Papa Juan Pablo II le llamó “Su Santidad”. A su vez, cuenta la revista Time, el Papa devolvió su saludo bendiciendo los esfuerzos de la Perestroika.

 

Así, Gorbachev, al lado de su guapa e inteligente esposa Raisa han sabido ganarse la confianza y admiración de todo el mundo. Un mundo donde, según palabras del propio Mijail Sergeyevich Gorbachev: “La gente, los seres humanos, con todas sus diversidades creativas, son los que hacen la historia”.

 

 

Artículo aparecido en el periódico “El Porvenir” de Monterrey, México, el 15 de enero de 1990.

 


 

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