Ven a mi mundo

 

Grandes Personajes

 

 

Charles De Gaulle

 

Federico Ortíz-Moreno *

 

 

Uno de los más grandes hombres de Francia. Político y estadista francés que

no solamente  destacara en su patria misma sino que fuera conocido realmente

en toda Europa y el mundo  entero. Presidente, político y militar que llevara  el

nombre de Charles de Gaulle.

 

 

 

 

Presidentes

 

Presidentes hay, y los hay muchos. Gente que destaque, gente que descolle y triunfe, hay pocos. Este es el caso de Charles de Gaulle, quien escribiera toda una página importantísima en la historia de Francia. Un hombre que destacara en todos los órdenes y al que hoy muchos recuerdan.

 

Tal vez no siempre se termine con honores, pero la gloria de cierto modo siempre perdura. De Gaulle hizo mucho por su patria, algunos le reconocieron, otros más le olvidaron. Algunos le odiaron, otros le perdonaron.

 

De Gaulle fue una personalidad recia y contrastante. Tuvo una personalidad arrolladora. Hizo el bien y muchas veces no le comprendieron. Los acontecimientos del '68, los desordenes estudiantiles, los problemas políticos y sociales de aquella época propiciaron su ocaso.

 

 

Charles de Gaulle

 

Charles de Gaulle nació en Lila (Lille), Francia el 22 de noviembre de 1890. Su familia era netamente parisina, era propiamente de la capital; aunque, sin olvidar ni perder nunca sus contactos con familiares y amigos propios de su ciudad nativa.

 

El padre de Charles, Henri de Gaulle, había sido educado en el Politécnico. De él nace el sentido militar y el gusto por la cultura que se irían cada vez acentuando en la vida del que posteriormente sería el presidente de Francia.

 

Henri de Gaulle había sido profesor de Filosofía en el colegio de los jesuitas de la calle Vaugiard. Deseaba educar a sus hijos de la mejor manera posible, y así lo hizo. Xavier, Marie, Charles, Jacques y Pierre recibirían lo mejor de sus padres.

 

 

Algo más sobre la familia

 

Indiscutible es que, de una forma u otra, el poder de la familia influye sobre uno. La familia De Gaulle gustaba de la política y de la historia y esto se puede notar en las raíces familiares. En la familia de su madre aparece una Maillot, y un Maillot sería después miembro de la Asamblea francesa.

 

Otros familiares importantes habían sido una preparada y gentil profesora de nombre María Ana, nacida en Dunkerke, allá por el año 1806, y que publicara un centenar de libros al igual que un mismo número de cuentos. El esposo de ella, Julián Felipe de Gaulle, nacido en 1801, era un competente cartógrafo, autor de una monumental obra, “Historia de París”, publicada en cinco volúmenes entre los años 1839 a 1842.

 

 

Estudios y carrera

 

Sus primeros estudios los realiza con todo éxito luego de lo cual empieza ya a delinear su decidida vocación militar. Por ello, el 7 de octubre de 1909, Charles de Gaulle ingresa al ejército, cumpliendo su servicio en la 9a. compañía del 33 regimiento, de guarnición en Arrás.

 

Según la tradición firmemente mantenida, de Gaulle no podía aspirar a mucho (al menos en los primeros años). No obstante, el 1 de octubre del siguiente año, en 1910, ingresa en la Academia de Saint- Cyr. Dos años después, en 1912, De Gaulle obtiene el grado de subteniente.

 

No quedaría todo aquí. De Gaulle había sido llamado para ser y hacer cosas más grandes. En 1913 asciende al puesto de teniente, y en esta situación pasa de la teoría a la práctica. Se trataba de la cruda realidad: la Primera Guerra Mundial. Como teniente presta sus servicios militares en el 33 regimiento de infantería, comandado por el coronel Pétain.

 

 

Excelente militar

 

No cabe duda del valor y talla de esta gran figura. Su valor personal, su amor encendido y plena vocación por el bien de su patria es algo que hay que destacar. Como militar cumplió su misión, como hombre fue más allá de su deber. Una Primera Guerra en la que evidenció su desdén ante el peligro y en que sus dones, destreza y aptitudes de mando y de firmeza fueron sobresalientes.

 

El 15 de agosto de 1914 sufre un baño de sangre en Dinant; en marzo de 1915 cae herido de gravedad, en la región de Champaña; al año siguiente, en la defensa de Verdún, vuelve a salir herido y, más tarde, abandonado por muerto en Douamont, cae prisionero a mano de los alemanes.

 

Cinco veces intenta huir, cinco veces trata de escapar. Nunca lo logra. Lo elevado de su estatura hace que sus perseguidores, cada vez que intenta evadirse, le reconozcan y en seguida le capturen. Pero un día, al fin lo logra. Era el 3 de diciembre de 1917. No tiene suerte. De Gaulle es hecho prisionero por otra compañía militar al mando del comandante Catroux.

 

 

Nuevamente en Francia

 

De Gaulle regresa a su amada Francia, y apenas se ve a salvo en su patria cuando decide partir hacia Polonia, lugar en el que permanece los años 1920 y 1921, formando parte del Estado Mayor de Weygand, logrando, durante esta etapa mantener frecuentes contactos con Pilsudski.

 

A principios de 1920, el entonces capitán De Gaulle conoce a Yvonne Vendraux, con la que al poco tiempo de conocer se casa con ella y tienen tres hijos. Luego, años más tarde, allá por el año de 1923, De Gaulle se dedica a escribir con todo su fervor.

 

El hombre de la nariz prominente habla de su mundo visto y envuelto entre la guerra. Escribe de sus vivencias y percepción. Lejos ya del apasionamiento lógico de la lucha, la guerra y la batalla, traza su comentario sobre el mecanismo interno de la derrota alemana; ensayo extenso que lleva por título La discordia en el seno del enemigo.

 

Es ya desde este libro en que De Gaulle muestra su gran capacidad y calidad observadora, su inclinación por la política y sobre todo su aguda inteligencia para deducir de un suceso particular y aislado, consecuencias generales de tipo universal. Una gran capacidad lógica, de juicio y raciocinio. Una gran capacidad y talento para inferir sacar y hacer deducciones.

 

 

Nuevamente en la escuela

 

De Gaulle reanuda en 1920 los cursos de historia militar que años antes había iniciado en Saint-Cyr. Sus discípulos le llaman cariñosamente “el doble maestro”. La experiencia y los estudios le convierten en un hombre más que capaz e inteligente.

 

Los años transcurren. Poco después de aquella etapa de estudios es admitido en la Escuela de Guerra, de donde sale ya convertido en oficial, con título concedido por el Estado Mayor. Serían años de preparación, época de aprendizaje, período en que pareciese todo se moviese como piezas en juego de ajedrez.

 

 

Los siguientes grados

 

Padre ya de dos hijos, la paz de su hogar, a pesar de la alegría, le da la impresión de que la rutina militar le rechaza categóricamente. Por segunda ocasión se encuentra con su amigo Pétain, y entonces se le nombra miembro del Estado Mayor del mariscal.

 

En 1927 se le ve con el grado de comandante en un batallón. De 1929 a 1932 es jefe del 2o. y 3er. despacho en el Estado Mayor de Levante. Durante el desempeño de este cargo tiene sobrado tiempo para reflexionar, meditar y escribir.

 

El resultado es un nuevo libro: El filo de la espada. En él vierte muchos de sus conocimientos de estratega, pensador y político, estadista y militar. Una obra que se considera como pieza clave en la evolución del pensamiento de su autor, el futuro presidente de Francia.

 

 

El pensamiento de De Gaulle

 

De Gaulle había observado en toda Francia, lo mismo que en su ejército, una verdadera crisis espiritual y procuró por todos los medios encontrar un remedio, una reacción a través de su pensamiento. Había que buscar por todos los medios levantar ese espíritu, ese ánimo decaído. Había que conjuntar la fuerza de los soldados y los políticos, para juntos luchar unidos. No había de otra...

 

En El filo de la espada De Gaulle escribe como hombre, como político y como militar. Plantea el delicado y escabroso problema de la acción política conjugada con la acción militar. En esta obra De Gaulle muestra una fecunda cosecha de previsiones y conclusiones políticas lo cual nos hacen conocer un poco más de cerca los contenidos internos del general de 1940 y del hombre de Estado en 1944.

 

“Los políticos y los soldados -decía- tienen forzosamente que colaborar. Si no tienen gusto ni tacto alguno, en ellos está el lograr el uno y lo otro, y por comprensión y sabiduría amoldarse, pero el deber de los unos y los otros consiste en actuar de acuerdo”.

 

Para De Gaulle era necesario actuar, pero actuar en consecuencia, con razonamiento lógico y siempre de acuerdo. “No pueden tenerse en cuenta -añadía- los desastres que por sus disputas se originaron, y sus recíprocos resquemores fueron el origen de todas las negligencias, causa de las desventuradas luchas. No se tuvo en cuenta que la historia de una guerra comienza en tiempo de paz”.

 

 

Con los intelectuales

 

En 1934, De Gaulle traba amistad con un hombre muy conocido y querido en toda Francia: Emilio Mayer. Se celebran varias reuniones; festejos y aniversarios se llevan a cabo en casa de uno de ellos. De Gaulle comienza a entablar relación con gente verdaderamente importante: ministros, escritores, científicos, literatos, políticos de renombre y militares de alto grado.

 

Vienen los resultados. De Gaulle es nombrado secretario general del Consejo Supremo de la Defensa y en tal puesto permanece hasta 1936. Desde dicho puesto redactaría su famoso proyecto de ley "La organización de la nación en tiempo de guerra". Más adelante, se le asignaría a un puesto en el Centro de Altos Estudios Militares, cargo en el que permanecería por espacio de un año.

 

 

Los siguientes años

 

En 1937 se nombra a De Gaulle coronel de un regimiento de carros blindados en Metz, y en 1939 se le concede el mando de la brigada de carros adscrita al Quinto Ejército. De Gaulle sigue escribiendo: “En este caos de pasiones el poder central no es más que una ficción y el arte militar actual sólo un recuerdo”. Eran los albores de la Segunda Guerra Mundial, época en que más tarde Polonia era invadida.

 

De Gaulle se limita a observar. Se aterra ante lo más profundo de su alma al ver la carencia absoluta de mando y la falta de visión y de conjunto. Un problema verdaderamente serio. Entonces toma de nuevo su pluma. Esta vez para dirigirse a los personajes en conflicto. Es hora de actuar. Desea hacer algo por su patria. Sabe que lo puede conseguir y está dispuesto a luchar.

 

 

 

En el campo de batalla

 

De Gaulle va al campo de batalla. Se le improvisa una división blindada. Nuestro hombre actúa y triunfa. En el mismo campo de lucha es ascendido a general. Se suceden batallas. De Gaulle contraataca y ofrece a Francia una de las victorias más extraordinarias, en mayo de 1940.

 

Ha roto la resistencia alemana y avanzado catorce kilómetros sobre las líneas enemigas. Hace a centenares prisioneros y se apodera de una considerable cantidad de materiales. El 7 de junio de 1940, Paul Reynaud le nombra Subsecretario de Guerra. De Gaulle empieza una carrera ascendente.

 

 

El plan de De Gaulle

 

El militar deseaba hacer de su patria un país grande. Para esto propone el siguiente plan: 1°, llevar al ejército las reformas que había propuesto desde 1932 (acerca del entendimiento entre políticos y soldados); 2°, precipitar la colaboración entre Francia y sus aliados, porque sobradamente sabe que el destino de Francia no puede decidirse más que en el concierto mundial, y 3°, proseguir la lucha, cueste lo que cueste, primero en Francia y luego en África.

 

Corría el año ’40. La situación de Francia era delicada. El país había sido invadido por los alemanes. Claro, surgiría la astucia, inteligencia, fuerza y corazón de un gran hombre. De Gaulle había sido nombrado subsecretario de Defensa en el gabinete de Paul Reynaud el 6 de junio de 1940.

 

 

De Gaulle contra los nazis

 

Tras la subida de Pétain al poder, De Gaulle se traslada a Londres y a través de los micrófonos de la BBC invita a todos los franceses a luchar contra el nazismo. Gran parte de los territorios de ultramar se le unen. Se crea el movimiento de la Francia Libre.

 

En junio de 1943 ocupa la presidencia del Comité Francés de Liberación Nacional, que en junio de 1944 se transformase en gobierno provisional. El 14 de junio regresa a Francia y el 25 de agosto entra triunfal a París. Tras las elecciones generales del 21 de octubre de 1945, la asamblea nacional lo elige jefe de gobierno.

 

La elección es hecha por unanimidad. De Gaulle forma un gabinete de coalición con socialistas, comunistas y demócratas-cristianos. Al principio tiene regular éxito. Luego, no pudiendo conseguir la igualdad deseada o juzgada indispensable, presenta su renuncia. Es el 20 de enero de 1946.

 

 

Los siguientes años

 

De Gaulle no ceja por una Francia libre, por una Francia más unida. En 1858, tras la formación del partido gaullista, triunfa en las elecciones generales de noviembre. De Gaulle es elegido presidente de la República el 21 de diciembre de ese mismo año.

 

Inicia su juego de política exterior. En 1962 se produce la independencia de Argel. De Gaulle denuncia el sistema Yalta y lanza una ofensiva contra la supremacía anglosajona que culmina con el veto de Francia para que Gran Bretaña sea aceptada en el Mercado Común Europeo (Mercomún). Más tarde, el general establece relaciones diplomáticas con Pekín.

 

Tiempo después es reelegido en una segunda vuelta frente a François Miterrand (1955). La retirada de Francia de la organización militar de la OTAN, su crítica a la intervención de los Estados Unidos en Vietnam y su viaje a Moscú, en 1966, revelaron una política totalmente independiente.

 

Vendrían luego tiempos difíciles: los sucesos del '68, los desórdenes estudiantiles de mayo a junio debilitan su gobierno. Se disuelve la asamblea. Se celebran elecciones y sus partidarios logran el triunfo. Luego, al celebrarse un referéndum (De Gaulle, de seguro, creía iba a ganar), los franceses dicen: “¡No!”.

 

El general más controvertido de todos los tiempos al verse derrotado en dicho referéndum ha de renunciar. Las glorias habían pasado, sus sueños esfumados. De Gaulle se retira el 28 de abril de 1969. Iría a pasar sus últimos días en la pequeña villa e Colombey-les-deux-Eglise, donde muriera el 9 de noviembre de 1970.

 

Un personaje recio y fuerte que siempre mostraba simpatía por sus amigos, no obstante a tener fuetes discusiones con ellos. Un hombre que poco antes de morir escribiera su último libro: “Memoires d'espoir” (Memorias de esperanza). Hechos y memorias de un gran hombre, un gran general y un gran presidente como lo fue Charles de Gaulle.

 

 

Artículo aparecido en el periódico “El Porvenir” de Monterrey, México, el 2 de octubre de 1989.

 


 

Volver a la Página de
Grandes Personajes

 

 

Volver a la Página de
INICIO

 

© 2011 / Derechos Reservados.