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Grandes Personajes

 

 

Buda

 

Federico Ortíz-Moreno *

 

 

Figura importante de tiempos remotos. Místico hombre que pasara por este mundo

en busca del NIRVANA. Conocido como El Sabio, El Iluminado, hoy nos topamos

frente a frente con Buda.

 

 

 

 

Escribir sobre Buda

 

Difícil es escribir sobre ciertos personajes de los que uno ha oído mucho hablar, pero que son, hasta cierto punto o de cierto modo, desconocidos totalmente. Desconocidos, al menos, en su manera simple y cotidiana de haber vivido la vida, de haber visto lo que vemos y de haber pasado por este nuestro mundo.

 

También es difícil tocar ciertos temas porque muchas veces, éstos, son de alguna manera obscuros, nebulosos, como si estuvieran vedados o reservados para ciertos críticos; pero, aquí estamos, pues, hablar o escribir sobre las historia de Cristo, Buda o Mahoma es algo interesante para mí. Uno pudiera aprender bastante y ésta es una de las finalidades. No se trata simplemente de aprender por aprender. Se trata, también de conocer. El conocer nuevas cosas, nuevos hechos nos puede llevar a un mejor entendimiento de la vida, un mejor entendimiento acerca de nuestras perspectivas, de nuestro pasado, nuestro presente y nuestro porvenir.

 

 

Buda: oriente y occidente

 

Buda es el alma suprema del Oriente. De ahí que para ellos, los orientales, su verdadera razón de ser la encontramos en el Buda. Un “como dios” para ellos. Un verdadero ser supremo al que todos quisieran acercarse, purificando sus actos, su vida y su existencia.

 

Aclarando un poco, Buda, al contrario de los dioses occidentales, no tiene una vida muy agitada, que digamos. Su actividad más bien es de tipo moral, o puramente moral. Buda no hizo nada hazañoso, nada sorprendente. Tampoco se guardan, escritos, hechos portentosos, maravillosos o fuera de lo común. Era como si tratara de decir que él ya lo tenía todo en sí mismo, que era dios; y para esto no necesitamos demostrarlo.

 

 

Buda: su nacimiento

 

Buda nació allá por el año 563 antes de nuestra Era. (Algunos sitúan su nacimiento en el 543). Hijo de un príncipe de turbulenta, orgullosa y guerrera estirpe de los Sakya, nació, - en una fecha que de una manera un tanto imprecisa puede fijarse entre los años referidos anteriormente - este personaje al que hoy conocemos como Buda.

 

 

Origen de la palabra Buda

 

La palabra Buddha (Buda) significa varias cosas, todas ellas relacionadas entre sí. Buda quiere decir “el sabio”, “el iluminado”, “el despierto”, “el que se da cuenta y está consciente de todo”. En la filosofía y religión oriental de la India, Buda significa “aquel que llega, gracias a la anulación de todo deseo, al perfecto despertar, el que llega a ese estado de perfecta iluminación, donde se libera por siempre y para siempre del penoso ciclo del renacimiento”.

 

 

Buda: su nacimiento

 

Buda, cuyo nombre de familia (digamos, apellido) fue Sidarta o Gautama, nació en el seno de la aristocrática familia y estirpe de los Sakyas (o Sakias). Buda nace en Kipalvatthú (en sánscrito, Kapilvastu), en el sector meridional del actual Nepal. Hijo del príncipe Suddohona de la mencionada estirpe de los Gautama, y de la princesa Maya o Mayadevi, el pequeño Buda nace en el plenilunio del mes de vaisakha (correspondiente a nuestros meses de entre abril y mayo, más o menos entre los días que corresponden al signo zodiacal de Tauro).

 

Un hecho singular a relatar es el siguiente: Como ya dije, la mamá de Buda fue la princesa Maya, quien, según los textos concibiera y diera a luz sin dolor alguno. Estos textos dicen (más o menos), al pie de la letra, lo siguiente “Así que cuando el futuro Buda bajó del seno de la madre, la princesa, durante su gravidez, no experimentó dolor alguno. Los nueve meses que pasaría en contacto con Buda ella se sentiría feliz y sin molestias”.

 

 

¿Un solo Buda?

 

Hay muchos datos interesantes acerca de la vida de buda. Hay textos que relatan que él no fue el único Buda, sino que además, hubo tres antecesores. Sin embargo, para aquel que quiera confirmar estos hechos bien pudiera realizar un viaje por la India y llegar de paso a Nepal.

 

Luego, a aquellos que quieran verificar el sitio exacto donde Buda nació, les diré que el punto exacto donde ocurrió este hecho está señalado, todavía hoy, por una columna conmemorativa que en ese lugar erigiera más tarde el emperador budista Asika. Un lugar donde usted pudiera conocer un poco más acerca de Buda.

 

 

Buda el niño: su niñez y su familia

 

Se dice que Buda fue criado entre grandes lujos y comodidades. Sus vestidos eran muy finos y delicados. Continuamente se le protegía del polvo, del viento, del sol y del rocío con agradables y blancas sombrillas. No se sabe, hasta cierto punto (o hasta qué punto) Buda era mimado o no. Lo que sí se sabe es que el pequeño Sidarta, como luego le llamaban, era cuidado con gran esmero.

 

A Buda le gustaba la naturaleza. Le gustaba jugar con las flores y las plantas del jardín, motivo por el cual los criados o sirvientes del palacio le “regañaban” o le hacían saber que no hiciera eso, ya que podría ensuciarse. Era como si el pequeño Buda viviese en un palacio o jaula de cristal.

 

Pero Buda también quería lo suyo. Quería vivir otro mundo. Y, aunque primeramente, durante la época lluviosa habitase en un suntuoso palacio, donde se distraía oyendo una música invisible rodeado de bellas danzarinas, Buda pronto prefirió otros quehaceres.

 

 

Buda: sus primeros años

 

Se cuenta que, recién nacido, el niño es presentado en el templo. Era tradición, era costumbre del clan presentar a los hijos en el templo de Abhaya, una de las divinidades de su estirpe, (Como notará, esto, de "la presentación", es algo muy parecido a lo que pasó en la vida de Jesús, y de lo que sucede, hoy en día, cuando nos van a bautizar). Era la presentación del niño ante un ser supremo.

 

Se hace la presentación, llegan los padres del pequeño Buda y, el padre según tradición, hace que el sacerdote examine al niño. Deseaba que extrajeran de él presagios acerca de su porvenir. El sacerdote lo toma entre sus brazos, lo ve, lo mira, lo examina y se queda callado.

 

- “¿Qué es, padre...?” - pregunta el papá del niño. El sacerdote levanta la mirada, sonríe y le dice: “Es... un niño...”. Ambos ríen, los invitados también. Luego, tomando el verdadero aire de seriedad que esto implica el sumo sacerdote le dice al padre de Buda “Regocijaos, señor, el nacimiento de este hijo es para voz y vuestra familia una fortuna porque lleva las 32 señales del gran hombre”.

 

“Ante él se abren dos caminos que excluyen a todos los otros: si permanece en casa será un señor justo, rey de justicia, señor de la cuatro puntos cardinales, victorioso, poseedor de los siete tesoros; tendrá 1,000 hijos heroicos, victoriosos, vencedores de ejércitos enemigos” - continua explicando el sacerdote. Luego, al final, concluye: “pero si, en cambio, este niño abandona su casa, seducido por la vida errante de los religiosos, entonces se convertirá en Santo”.

 

 

Buda se casa

 

Cuando Buda cumple los 16 años se le da por mujer a su prima Gopa, también llamada Yasodara (al menos que, como es así mismo probable, ambos nombres indiquen 2 mujeres distintas, considerando que en la antigua India regía la poligamia. Pero, no importa cuál de las versiones sea la correcta, con ella, o una de ellas, tuvo un hijo, Rahula, que años después se convertiría en discípulo suyo tomando los hábitos, determinando así la extinción de la descendencia o dinastía de Buda Gautama.

 

Nuestro personaje continúa en casa. Así vivió hasta los veintinueve años, en que por primera vez siente el terror a la vida; a esa vida llena de bienestar, pero sin nada de paz interior. Entonces opta por salir (no huir). Abandona a su familia y peregrina como mendicante en busca de la cauda del dolor y de la muerte.

 

 

Buda: su vida ascética

 

Buda trata de ver las cosas. Abandona todo. Sin embargo, no hay que ver en la renuncia de todo esto un acto de sacrificio. Buda no tiene (o no tenía) el carácter triste de mártir. Buda era una figura jovial e inteligente. No huye de la felicidad, lo que intente es buscar una felicidad segura, una felicidad permanente.

 

Muchos de preguntarán cómo fue Buda en su aspecto físico o corpóreo. Según se cuenta y se tiene escrito. Buda fue un hombre joven, guapo, inteligente. Un hombre hermoso, de aspecto arrogante, de cabellera negra azulada. Pelo rizado. Todo esto hace suponer que ejercía un fuerte atractivo en las jóvenes que darían cualquier cosa, comenzando por su cuerpo, para estar al lado de Buda.

 

Buda, sin embargo, pasaría a lo suyo. Buda buscaría la felicidad permanente. Entra a la vida ascética. Busca liberarse del dolor, y para esto, piensa él, no hay camino más seguro que matar el deseo pasional. Buda lo logra. Tiene caídas, tiene sufrimientos, pero al final vence todos los obstáculos. Es cuando logra, finalmente el estado de Nirvana, el estado de la perfecta armonía, de la perfecta sabiduría.

 

 

Buda y su filosofía

 

Para Buda no había otra cosa más que la alegría y el amor. Y si bien algunos consideraban al corazón como fuente de dolor, para Buda el corazón era amor, era alegría. Cuando quería ganar un adepto lo atravesaba con el espíritu del amor.

 

Pero Buda sabía, así mismo que para llegar a la total felicidad habría que alcanzar el Nirvana. Y, para Buda, el Nirvana se consigue por el conocimiento; el nombre se salva en vida por la sabiduría; cuando “descubre” la verdad ya está salvado provisionalmente; pero es necesario hacer un verdadero esfuerzo para lograr esto. Para él, el verdadero Nirvana se completa con la muerte.

 

Literalmente Nirvana quiere decir: “lo apagado”, “lo que no tiene aliento”; en otro sentido, lo que está tranquilo, lo que no tiene movimiento, lo plácido, donde el "no ser" constituye un anhelo supremo y esencial. Una religión donde sus cinco mandamientos (haga una comparación a los nuestros), son: No matarás, no fornicarás, no robarás, y no beberás bebidas embriagantes.

 

 

Oriente y occidente

 

Para el occidente el hombre nace impuro y necesita de sus actos para salvarse; para el budista, el hombre es puro y son sus actos los que pueden perderle. Buda hizo lo suyo y transmitió su filosofía a la humanidad. Algunos le recordarán como Gautama, otros como Sidarta; pero, la mayoría de las veces le reconocerán como el gran: BUDA.

 

 

Artículo aparecido en el periódico “El Porvenir” de Monterrey, México, el 1 de mayo de 1989.

 


 

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